El informe elaborado
por CADESA es contundente en sus conclusiones y determina que el origen del
hundimiento está en las tuercas de las uniones viga-pilar
El
pasado 9 de febrero y en pleno temporal de nieve se producía el derrumbamiento
de la cubierta del polideportivo de Felechosa.
De forma inmediata desde el Ayuntamiento de
Aller se encargaba a la empresa CADESA, especialista en control de calidad un
informe al objeto de conocer las causas del colapso de la instalación. En este
sentido, esa misma mañana, técnicos del control de calidad se desplazaban a la
localidad de Felechosa para hacer una primera toma de datos e inspección de la
instalación colapsada.
Ahora
CADESA ha concluido su informe tras un análisis pormenorizado de la instalación
al objeto de emitir unas conclusiones respecto a las causas que produjeron el
hundimiento de la cubierta. En este
sentido se han realizado varias inspecciones tras el hundimiento con el fin de
verificar las características y dimensiones de los elementos estructurales, así
como la cantidad de nieve acumulada y los puntos de rotura de la cubierta.
También
se realizaron las necesarias comprobaciones de cálculo determinándose que los cálculos de estructura y cargas
gravitatorias fueron establecidas conforme a la norma NBE-AE-88 que establecen
una sobrecarga de 0,80 kN/m2 (cubiertas entre 601 y 800 m de altitud) de forma
correcta al localizarse Felechosa a una altitud de 651 m.
Por
otra parte el informe concluye que el
dimensionado de las vigas y pilares es correcto y conforme con los indicados
tanto en el proyecto técnico y coincidentes por los cálculos realizados por
CADESA.
El
estudio también contemplaba ensayos de
materiales y para ello se realizaron ensayos mecánicos para conocer los
datos relacionados con la resistencia de la tornillería empleada en las uniones
y es en este apartado en el que aparecen los resultados más concluyentes, pues
si bien los tornillos empleados muestran una resistencia a tracción superior a
la indicada en normativa, en el caso
de las tuercas su valor de carga es muy inferior a lo especificado en la norma
UNE 898-2 que establece una carga de rotura mínima para M20= 225,4 kn, siendo los
resultados obtenidos en el ensayo de 176,12 kN, es decir una carga de rotura a
tracción un 30 % inferior a lo exigido en la normativa. Además la calidad de las tuercas empleadas en
las uniones no corresponde con la designación indicada en la propia tuerca y
que está fijada por la normativa, por lo que se desprende que se trata de un
defecto de fabricación.
La
rotura de la rosca interior de la tuerca producida durante el ensayo en el
laboratorio corresponde con los restos de tuercas y tornillos aparecidos en el
suelo tras el hundimiento de la cubierta, por lo que se puede afirmar que la práctica totalidad de las tuercas empleadas
en las uniones eran defectuosas y fueron el origen del hundimiento de la
cubierta. Además todas las uniones entre pilares y vigas habían fallado
sin que se observasen roturas o deformaciones transcendentes en vigas y pilares
que prácticamente se hundieron sin deformarse.
En el apartado de
conclusiones y fruto de las inspecciones, cálculos y ensayos realizados se
recoge como origen del hundimiento de la cubierta el fallo de las tuercas
empleadas en las uniones al tener estas una carga de rotura a tracción un 30 %
inferior a lo exigido por la normativa.
Una
vez recibido el informe técnico elaborado por CADESA en el que se determina que
el hundimiento tiene su origen en los materiales y en concreto en las tuercas
de las uniones viga-pilar, el Ayuntamiento de Aller ha dado traslado del mismo
a los servicios jurídicos de la entidad local para iniciar a la mayor brevedad
posible cuantas acciones sean pertinentes en derecho tanto administrativas como
judiciales para exigir las
responsabilidades oportunas en aras a restituir los daños y perjuicios
ocasionados.
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